Nazanin Armanian
Publico.es
Arabia Saudí y Kuwait han pedido a sus ciudadanos abandonar el Líbano inmediatamente. ¿Se está preparando otra gran guerra? Los últimos acontecimientos en Oriente Próximo son sólo una señal:
- 1 de noviembre: Vladimir Putin visitó Irán para insistir que Rusia no va a ceder ante las presiones de EEUU, Arabia Saudí e Israel de abandonar a Irán, y también para firmar varios acuerdos estratégicos con los persas, provocando un fuerte malestar entre los saudíes. Fue en 2014 cuando el Príncipe Bandar, jefe de la inteligencia saudí, fue a visitar a Putin para amenazarle de que dejara de apoyar a Bashar al Asad, el aliado de Irán, si no enviaría a los terroristas chechenos para destruir los Juegos Olímpicos de Sochi. Putin se negó y una bomba mató a 15 personas en la estación de trenes de Volgogrado. Y ahora, el Estado Islámico, ejército copatrocinado por los saudíes, anuncia que va a aguarle la fiesta a Kremlin durante el Mundial de Fútbol del 2018.
- 3 de noviembre: El Ejército sirio, con el apoyo de Rusia e Irán, recupera casi la totalidad de la ciudad de Deir Ezzor. La guerra y el Estado Islámico terminan su misión en Siria, destruida, y se trasladan al Líbano.
- 4 de noviembre: El primer ministro libanés, Saad Hariri, que había sido invitado a Arabia Saudí, anuncia su repentina dimisión en Riad, que no en Beirut. Luego ataca a Irán por …
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