Nazanin Armanian
Publico.es
El temblor de 7,8 de la tierra que acaba de enterrar a, al menos, 40.000 personas en Turquía, no era ninguna sorpresa en una región ubicada sobre las fallas geológicas más peligrosas del globo. Tampoco son una sorpresa cuando suceden en Japón, pero con una gran diferencia: el seísmo de 7,4 que sacudió Fukushima en 2022 dejó una decena de víctimas y el anterior, de 9,1 de intensidad, y además acompañado de un tsunami, quitó la vida a cerca de 20.000 personas, todavía menos que el reciente terremoto de Turquía, país que en 1999 sufrió otro temblor con 18.000 fallecidos. La conclusión es obvia: en el país euroasiático las cosas han ido de mal en peor, desmintiendo a Erdogan que culpaba a Dios de la catástrofe política que acaba de ocurrir….
https://blogs.publico.es/puntoyseguido/8256/tayyeb-erdogan-sepultado-bajo-los-escombros-del-terremoto/