Nazanin  Armanian

Publico.es

Mapa de Asia.

Mapa de Asia.

Mapa de Asia.

 

Podría haber permanecido en el poder si hubiera renunciado a la soberanía de la isla de San Martín y hubiera permitido que EEUU dominara la Bahía de Bengala”,  denuncia la Primera Ministra de Bangladesh Sheikh Hasina, tras huir a la India, para “no tener que ver la procesión de cadáveres“, asegura.

Difícil verificar lo que afirma, aunque teniendo en cuenta los antecedentes de EEUU y su modus operandi cuando pretende hacer un “regime change”, sería imprudente descartarlo. Sorprende que una movilización de varios miles de estudiantes (de una población de 165 millones de almas), en pocas semanas haya podido derribar a un gobierno que, paralelo a la corrupción y despotismo relativo de la burguesía gobernante, había conseguido un crecimiento económico del 6% y sacar al país de un estado de subdesarrollo escandaloso, mientras millones de iraníes, por ejemplo, y de todos los sectores sociales (mujeres, obreros, estudiantes, minorías nacionales y religiosas, etc.), llevan luchando 45 años para (antes) reformar y (ahora) derrocar la teocracia totalitaria de corte medieval, no han conseguido ni rasguñar el régimen dirigido por el Caudillo Ali Jamenei, en el poder absoluto desde 1989, que ha asesinado a decenas de miles de iraníes. Sin duda los ayatolás, con siglos de experiencia, son más hábiles en mantener contentos a las superpotencias que la señora Hasina.

 La importancia geopolítica del país

Conocido en el mundo por la ropa confeccionada para la industrias de prêt-à-porter, por sus 4 millones de trabajadores, en la mayoría mujeres brutalmente explotadas, y por acoger (de mala gana) a cerca de un millón de refugiados rohinga del genocidio del ejercito de Mayanmar, Bangladesh ha sido otro espacio de la lucha entre India, China y EEUU, por la hegemonía de Asia Meridional.

Mientras los expertos en Bangladesh podrán arrojar luz sobre lo sucedido en la situación interna, aquí señalamos la geopolítica del país, que quizás ha sido el factor determinante en los recientes acontecimientos. Para ello, es necesario saber que el país:

- Nació en 1971 de las entrañas de Pakistán, que por su parte fue separado por los británicos de la India en 1947 cuando ésta se declaró independiente de la Corona Británica. Así, Bangladesh se convierte en el “patio trasero” de la India (lo cual ha provocado el resentimiento popular y el movimiento social “India Out”), y al que trata como una especie del “protectorado”, en su pulso contra Pakistán y también contra China.

- La mayoría de la población es fiel al islam sunnita.

- Está ubicado en el sur de Asia, donde EEUU está concentrando sus fuerzas militares para salvar su hegemonía mundial: “Regreso a Asia” (para contener a China), es el nombre de la doctrina destinada a esta hazaña.

- Comparte fronteras con India desde el oeste, norte y este, con Myanmar al sureste, y lo más importante: cuenta con una costa en el golfo de Bengala.

- Desde su fundación, Bangladés declaró el país libre de bases militares extranjeras. La isla San Martín, a la que refiere la exmandataria, ubicada en la intersección de rutas marítimas comerciales, y el acceso al Océano Indico, había sido arrendada a EEUU por Pakistán antes de la partición del país. ¿Vuelve el Pentágono probar suerte?

India en Bangladesh

Mientras miles de hindúes de Bangladés huyen a la India para escapar de la violencia, el primer ministro indio, Narendra Modi, un fundamentalista supremacista hindú que incita en su país a perseguir a los musulmanes, sigue en estado de shock, del golpe recibido. Para Nueva Delhi, la liga Awami (Popular) de Sheikh Hasina, era una aliada en:

a) Su lucha para neutralizar a los grupos islamistas de Bangladesh;

b) Acceso a su enorme mercado de consumo.

c) Conseguir una mayor conectividad entre Calcuta a Guwahati atravesando Bangladés.

d) Utilizar el país como destino de millones de sus jóvenes desempleados, y también de sus profesionales que dirigen empresas de este vecino, enviando grandes remesas a su tierra natal.

China en Bangladés

El nacimiento de Bangladés, rompiendo el territorio paquistaní, aliado de China, impidió que Mao Zedong reconociera el nuevo miembro de la ONU, hasta 1975, que decidió que no era inteligente entregar este país a la India, y establecieron relaciones oficiales. Dacca, con una política exterior pragmática, se acercó a China para reducir el peso de Nueva Delhi.

En 2016, el presidente Xi visita Bangladés, con los objetivos de:

- Integrar este país en la Iniciativa global del Cinturón y la Ruta, que conecta a China con el mundo mediante una red de puertos, ferrocarriles, y carreteras.

Los puertos de la bahía de Bengala podrán formar parte del “collar de perlas”, un conjunto de puertos alquilados por China (que realiza alrededor del 95% de su comercio internacional a través de rutas marítimas), que hacen la Nueva Ruta de la seda, y conectan el mundo con China. Por el momento, en Asia, India ha obtenido concesiones en los puertos de Chabahar en Irán, Sitwe en Myanmar, y Mongla en Bangladesh; China cuenta con los puertos de Gwadar en Pakistán, Yibuti en África Oriental, y las Maldivas, que forman parte de unos 112 proyectos de inversión en los puertos del planeta. Debido a las presiones de la India, Dacca tuvo que renunciar a la tentativa oferta de China para construir un puerto de aguas profundas en Sonadia, en la bahía de Bengala: ahora el Japón quién está construyendo el puerto de Matarbari.

- Entrar en la zona de influencia india.

- Acceder a un mercado poblado de consumo: China es el principal socio comercial de Bangladés, y el mayor inversor del país con un total de 38.050 millones de dólares con numerosos proyectos de infraestructura. El gobierno de Xi ha construido en Bangladés puentes, carreteras, vías férreas, aeropuertos y centrales eléctricas. El comercio bilateral creció de 3.300 millones de dólares en 2009-2010 a unos 20.000 millones de dólares en 2021-2022. Una amplia gama de productos de Bangladés entran en China con un arancel cero.

- Conectar las provincias chinas sin salida al mar con los puertos de la bahía.

- Hacerse con un nuevo socio militar: Bangladés es el segundo comprador de

armas de China, después de Pakistán (aunque que no es nada comparable con las armas que compra de EEUU: desde 2010, ha llenado sus almacenes con 2.590 millones de dólares en artefactos bélicos del Pentágono, frente a 110 millones de dólares de material militar chino).

En la política del llamado “uso suave” del “poder duro”, Pekín ha firmado con Dacca un Acuerdo de Cooperación de Defensa Naval. Ambos países han creado una “asociación estratégica”, y en mayo de 2024, realizaron los ejercicios “antiterroristas” Amistad Dorada: quizás el detonante de la caída fulminante de la primera ministra.

 EEUU reaparece, con las botas puestas

Los intentos de Washington por atraer a la India a su órbita, para desbancar a China como la fábrica del mundo, o alejarle de Rusia no han dado frutos: el último feo que le hizo Nueva Delhi fue negarse a participar en las sanciones económicas contra Moscú, su viejo aliado. Por lo que EEUU ha intensificado sus políticas de someter a los países débiles de la periferia de China. En Bangladés, ha seguido el manual made in USA:

a) Intimidación: Aumentar las presiones sobre Dacca: en marzo de 2022 envió a nada menos que la temible Victoria Nuland, la verduga de Ucrania, para que Sheikh firmase el borrador de Acuerdo General de Seguridad de la Información Militar (GSOMIA), exigiéndole que apoyase la ofensiva de OTAN contra Rusia y China. Nuland no consiguió que Bangladés votase, el marzo de 2002, la resolución de la Asamblea General de la ONU para condenar a Rusia por atacar a Ucrania: tampoco lo hicieron India, Sri Lanka o Pakistán. El gobierno de La Liga Awami se negaba a destruir sus buenas relaciones con Rusia, del que recibe trigo, fertilizantes, maquinaria industrial, y está construyendo la mayor central eléctrica de Bangladesh, la Rooppur, en virtud de un contrato de 12.000 millones de dólares y financiado por Rusia (dato curioso: las obras de la central son supervisadas por los técnicos indios por si otro país “musulmán”, además de Pakistán, sueña con fabricar la bomba nuclear).

b) Sanciones: Aplicarle su tradicional política de desacreditar un gobierno, agitando la bandera de los derechos humanos (mientras se niega a condenar la masacre de 40.000 palestinos por Israel), y pidió a la Liga Awami para que celebrase “elecciones libres” (pero organizó un golpe de Estado en Ucrania contra el presidente elegido en las urnas Viktor Yanukovich en 2014, o en Irán, donde acepta las elecciones con la totalidad de los partidos políticos del país perseguidos y prohibidos). En diciembre de 2021 negó a Bangladés la invitación a la Cumbre por la Democracia en la que estuvieron 110 países. Luego, impuso sanciones sobre el Batallón de Acción Rápida de Bangladés, -curiosamente, entrenada por EEUU para oprimir a los oprimidos-, y restringió las condiciones para la emisión de visado para los funcionarios bangladesíes.

c) Amenazas políticas sutiles: Aunque al principio Sheikh intentó utilizar las relaciones con EEUU o con Japón como “terceros poderes”, como el contrapeso al poderío tradicional de la India, era de manual que no podría resistir el acoso de EEUU. En 2021, Li Jiming, embajador chino en Bangladesh, le advirtió a Dacca de que la participación de Bangladés en el Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (Quad), una alianza estratégica antichina entre EEUU, India, Japón y Australia, dañaría las relaciones bilaterales.

Con Sheikh fuera del juego, la aparición del millonario Mohammad Yunus y el premio Nobel de la Paz del 2006, no le sorprendió a nadie. Dichos premios, a menudo funcionan como “el poder blando de Occidente”: destacan a un personaje desconocido de un país estratégico, con el objetivo de que en un momento dado puedan encomendarles la misión de jugar en favor de los intereses de Occidente (por ejemplo, la Sra. Aung San Suu Kyi de Myanmar -país vecino de China-, en 1991, aunque el proyecto fracasó). Yunus dará un giro a la situación geopolítica (a nivel interno, los pobres serán aun más pobres) y pondrá fin de la realpolitik y la “ambigüedad estratégica” tradicional de Bangladés a beneficio de Europa y EEUU, convirtiéndolo en otro Filipinas.

No, este no es el “siglo de la India”: Era obvio que los Thin Tank estadounidense se equivocaban al lanzar este neologismo al sugerir que el siglo XXI estará dominado por la India, respaldada por EEUU.

El propósito de Washington es convertir la Asia meridional multipolar en el reino absoluto del Pentágono. Sólo hay que esperar y ver cómo gestionará sus logros una vez que vuelva a empantanarse en las guerras de Oriente Próximo: ¿Se acuerdan de la inesperada alianza entre Bejín y Moscú (en la fundación del Tratado de Cooperación de Shangaéi), tras medio siglo de enemistad, justo en 2001 cuando Washington se hundía en Irak y Afganistán? Vale, pero cuando los elefantes luchan, aplastan a la hierba y a las hormigas.

Aquí los perdedores son el pueblo de Bangladés y el régimen indio, los ganadores provisionales son EEUU y China, que conoce el valor de la paciencia confuciana, intenta no distraerle mientras se ahorca.Publico:

https://blogs.publico.es/puntoyseguido/14496/cambios-en-bangladesh-india-estupefacta-china-expectante-y-eeuu-satisfecho/