Defensor del animal, al parlamento

Para el diario Publico

13 de marzo, 2009

Perseguidos por tierra, mar y aire, no hay lugar donde puedan estar a salvo de nuestra amenaza. Los seres humanos no sólo descargamos la brutalidad contra nuestros congéneres. No hay ser vivo que se libre en el planeta de nuestra violencia.
Y la ejercida contra los animales, dirigida a la satisfacción del complejo de grandeza del ser humano, es la más abyecta humillación de la ética y de la compasión. La brutal tortura a los toros sólo es la punta de iceberg. Horror es lo que sucede de puertas adentro en granjas, mataderos, laboratorios, circos y también en muchos hogares.
“Ni a un perro se le trata así”, es una expresión que hace referencia a la saña entre los humanos. ¡Cómo les tratamos para que se conviertan en el ejemplo de nuestra crueldad!
El contrabando de animales exóticos mueve miles de millones de euros al año, y eso que sólo uno de cada diez llega vivo al comprador final. Las aduanas son testigos del horror que sufren: tortugas inmovilizadas por cinta adhesiva a punto de perecer; papagayos colocados junto al motor del vehículo del traficante, asustados y expuestos a ser literalmente asados; loros envueltos en calcetines o guardados en el doble fondo de una maleta.
Promover medidas educativas que fomenten auténticos
valores de armonía con el medio desde la infancia y reconocer
el derecho de los animales a vivir libres de dolor es algo imprescindible en una sociedad avanzada.
El uso de animales en espectáculos como los que ofrecen los circos debería estar prohibido. El balanceo de un oso o el bipedismo de un elefante son sólo fruto de prolongados castigos físicos con varas de metal, collares de ahorque, electrocuciones en aros que perforan zonas sensibles, entre otras torturas.
Es necesaria una ley nacional de protección y defensa de los animales y también la creación de la figura del defensor del animal –como ya existe para otros sectores potencialmente vulnerables, como el paciente o el menor– que garantice el cumplimiento de la normativa protectora y canalice las denuncias ciudadanas. Se debe regular la cría de los animales y su mercado para impedir que se adquieran como si fueran chucherías.
Dice el filósofo Jesús Mosterín que si dibujáramos un mapa iluminado del dolor, de las granjas-fábrica, mataderos y camiones de transporte ganadero emanarían grandes manchas de luz que señalarían las atrocidades perpetradas por el homo sapiens.

Comentarios en el diario Publico: http://blogs.publico.es/puntoyseguido/

Añado (ya que no cabía en la columna en el diario):

Ya que alguno suelen justificar la dramática situación de los animales, con el hambre en Africa(!)    

(y en muchas otras zonas del mundo, incluido en  algunos paraísos europeos):

 

*No existe ninguna relación causa efecto entre ellos, por lo que se puede defender los derechos a una vida digna de los animales  y la batalla contra el hambre.

 

·         Los animales, llevan viviendo en esta tierra, cientos de miles de años , antes que nosotros.

 

·         Al contrario de hace unos  siglos,  hoy más oferta de alimentos que su  demanda  (mirad la cantidad de leche, aceite, uvas, naranja…que se destruye a diario, para no bajar su precio).

 

·         Muchos pueblos que sufren la falta de alimentos, son sueños

reales  de ingentes riquezas y recursos como el petróleo (Níger, Nigeria, Irak, Chongo, Argelia, Darfur, una larga etc.) y por el saqueo de un puñado de amos del mundo, han sido condenados a morir, además de ser aplastados por las bombas.

 

·         La cantidad de dinero que se gasta en las agresiones militares (EEUU, solo en la guerra contra Irak, gasta 5 mil millones de dólares AL MES).  Con el coste de un misil Tomahawk o un tanque, se podía dar de comer a las 20.000 personas que mueren al día del hambre, en un mes….y eso no solo no tiene nada que ver con los animales, sino que decenas de miles de ellos, mueren por el impacto de las mismas bombas y misiles.

 

·         El hambre es una estrategia política. Sin condenar a millones de seres humanos a vivir al límite de la muerte, no se puede saquear sus bienes. Es,. Además, restar sus fuerzas para luchar.

 

O sea, que mezclar dos asuntos absolutamente diferentes, es rehusar de un debate serio, y permitir la continuidad de la barbarie contra los animales, humanos y los no humanos.