Algunos me habéis preguntado sobre la prohibición del Burka en los espacios municipales de Lleida. Además de los artículos que he ido publicando sobre el tema (mirad en los “artículos”), hago las siguientes precisiones: Su prohibición será positiva tanto para el avance de los derechos de sus portadoras como para una convivencia en harmonía siempre y cuando
• 1. Vaya acompañada por ofrecer a estas mujeres la explicación religiosa de que en ninguna parte del Corán se pide a las musulmanas cubrir su cabeza o el pelo mucho menos su rostro;
• 2. Proporcionarles una alternativa como, por ejemplo, llevar una gabardina con el pañuelo, para que la nueva experiencia no se convierta en un acto traumático, y que su entorno no le obligase permanecer entre las cuatro paredes de la casa.
3. Que se trabaje la educación en igualdad desde los colegios y otros medios de socialización, tanto para ellos como para ellas. El fanatismo religioso se debe luchar desde la educación y la concienciación, paralelo a aplicar leyes, siempre  con tacto y el respeto hacia el creyente, que no necesariamente es respeto a sus creencias.
 * Más allá de que actualmente hay pocas mujeres en España que lo llevan, su uso se está incrementando en el mundo, justo pro el protagonismo espectacular de la ultraderecha religiosa.  El velo es el símbolo representativo del rol y los derechos y obligaciones asignados a la mujer en la cultura islámica. Ella con falda y el velo, a parir y a complacer al hombre y éste llevando los pantalones y ostentando TODOS los poderes, incluyendo el poder absoluto sobre la vida y el destino de ella. El burka es la forma más agresiva de una falta total de los derechos humanos más básicos de una mujer. Son las principales víctimas de los Crímenes de Honor. Son las mujeres entregadas al matrimonio desde los 8-12 años, hecho que aquí llaman pederastia. Ahora bien. Una vez que se le quite el burka, no significa que se le haya liberado de la discriminación. Si sólo nos quedamos en los hilos de su atuendo, no veremos las líneas de  dolor que han marcado su piel ni sabremos descifrar su mirada.

• Quienes denuncian la medida como electoralista y por eso se oponen en a ello, sólo piensan en los políticos oportunistas y yo en estas mujeres. Ya sabemos que la derecha utiliza a los inmigrantes musulmanes como el chivo expiatorio, pero, se puede aprovecharlo como una gran oportunidad para que ellas –estos  seres humanos ocultados-,  vean y sean  visibles, y me refiero en todos los sentidos.
• Estoy convencida de que si esta medida se hace de forma  correcta, humana y con  tacto, ellas lo agradecerán en su corazón. En los propios países muslámenes la gran masa de la población rechaza a los integristas.