Uno de los activistas y lideres comunistas más veteranos de la causa kurda, que pasó 25 años de su vida en las cárceles del Sha, falleció esta semana a la edad de 84 años en exilio. Fue uno de los fundadores del Partido Demócrata de Kurdistán de Irán. Tras la caída del Sha y la negativa de los islamistas a reconocer los derechos legítimos del pueblo kurdos, empezó una guerra civil en esta región, en la que él se convirtió en el interlocutor de los kurdos con el primer gobierno de la República Islámica. El fracaso de las negosaciones, los errores de las organizaciones kurdas y también los partidos nacionales respecto a las reivindicaciones de las minorías nacionalistas del país, facilitaron la agresión militar del régimen al pueblo kurdo, bombardear las aldeas, y las masivas detenciones y ejecuciones callejeras.

Hoy, cerca del 70% de las personas que son condenadas a muerte por el régimen, son kurdos. A ellos, no se les perdona nada.
La historia de Kurdistán iraní está ligada a la memoria de Blurian.